domingo, 11 de septiembre de 2011

UN LIBRO QUE NO SE ACABA NUNCA

Aquí vemos a Joan Miró en plena sobremesa


Le escribí un e-mail a mi librero habitual preguntándole por lo nuevo de Enrique Vila-Matas: Una vida absolutamente maravillosa. Me respondió que sí, que ya lo tenía en el escaparate. Fui hasta allí ese mismo día y me compré el libro. De vuelta a casa, con el libro quemándome en las manos, me encontré con un buen amigo al que hacía tiempo que no veía. Apenas le saludé, apenas le miré a la cara. Le dije que tenía prisa, que llegaba tarde, tardísimo, que ya nos veríamos otro día. Me sentí como el conejo de Alicia en el país de las maravillas. Ahora soy consciente de que quedé como un antipático, pero necesitaba llegar a casa y empezar lo nuevo de Vila-Matas. De hecho, lo abrí incluso por la calle, pero tuve que dejar de hacerlo al tropezarme con diferentes peatones y con sus miradas de desaprobación ante mi manera de caminar por las aceras. Una vez en casa, puse un disco de Thelonious Monk y me senté en el sofá con el libro entre las manos. Lo abrí con lentitud, despacio, muy despacio, temiendo que las palabras pudiesen caerse de las páginas si efectuaba algún movimiento demasiado brusco. Así fue como empecé a leer Una vida absolutamente maravillosa, título que hace referencia a un artículo sobre Marcel Duchamp que Enrique Vila-Matas publicó en El País el 18 de abril del año 2009.
Y con lo que a mi me gustan los libros en los que se habla de pintores, al poco tiempo de empezar a leerlo me encontré con Joan Miró, en un artículo donde Vila-Matas recuerda no haberle visto pintar pero sí haberle visto comer, y poco depués con el Bosco o con Nuño Gonçalvez en un museo lisboeta. Pero también hallamos en esta obra nuevos fragmentos de su Dietario voluble, aderezados con mudanzas y rinocerontes. Y además aparece al completo su indispensable libro Para acabar con los números redondos.
Así que podríamos hablar de un inventario de artículos y ensayos aparecidos durante las últimas décadas en muy diferentes lugares, pero es en realidad una recopilación de textos de géneros entreverados y siempre sorprendentes e inclasificables. Se trata, en suma, para esos lectores fieles a Vila-Matas, o para esos que nunca le han leído, de un libro infinitamente maravilloso, ya que podríamos hablar de un libro que uno puede tener a mano en todo momento, y abrirlo al azar, y sorprenderse siempre con fragmentos extraordinarios. En fin, un libro que no se acaba nunca.


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