miércoles, 19 de enero de 2011

DEBE USTED ESTIRAR LA NUCA



Debe usted estirar la nuca, me dijo el médico. Debe hacerlo cada día, es un ejercicio sencillo que hará que la dolencia de su cuello disminuya. Eso me dijo, con una indiferencia monumental. Hace ya tres días que estiro mi nuca y, de momento, nada, no siento mejoría alguna. Sé que tres días no son suficientes para lograr un cambio. Pero hay momentos en que el dolor de mi cuello es tan intenso, que sólo pienso en salir a la calle a comprar unos gramos de heroína, aún sabiendo que siempre he padecido una fobia brutal hacia las agujas. Sé que podría pedirle a un amigo que me la inyectase. También sé que esa no es la solución. La solución está en el estiramiento de mi nuca. Eso me dijo el médico. Estiro mi nuca mientras escribo esto. Parezco un pollo escribiente, venga a mover mi cabeza hacia delante y hacia atrás mientras tecleo sin descanso. Sé que también me vendría bien dormir más. Las cuatro horas que duermo cada día no deben ser buenas para mis problemas de cervicales. Pero tengo tantas cosas que hacer, por hacer, que me gustaría hacer, que no puedo conciliar el sueño durante más de cuatro horas. Suelo acostarme a la una de la madrugada y me levanto siempre a las cinco. Cuatro horas de sueño ininterrumpido. A veces me asusta el silencio de las cinco de la madrugada. Todo el mundo parece dormir. A veces imagino que todos han muerto y soy el único ser humano sobre la tierra, un solitario ser humano que estira su nuca sin descanso. Doy vueltas por el piso como un animal enjaulado. Lo hago de manera sigilosa. Desde hace tres días, doy vueltas por el piso mientras estiro mi nuca. Después amanece y veo que el mundo continúa girando y me siento mucho más tranquilo. No me gustaría ser el único ser humano sobre la tierra, un solitario ser humano que estira su nuca sin descanso. No. No me gustaría. Debe usted estirar la nuca, me dijo el médico. Esas fueron sus palabras exactas. Dejó caer esa frase como si nada. Como si no fuese a volver a verme en toda su vida.

5 comentarios:

39escalones dijo...

Mejor la nuca que otras partes del cuerpo logísticamente más complicadas... El último ser humano sobre la tierra con el cuello estirado, como un lémur. Una bonita imagen muy evocadora.
Saludos.

Concha Huerta dijo...

Como te entiendo. Yo tambien sufro de cervicales y como tu cuando me duele el cuello no encuentro la postura para dormir y paso la noche en vela. te dire que lo del estiramiento de la nuca me parece una chorrada... Lo siento por tu médico. A mi me ayudo mucho una fisio que me coloca las vertebras y me dio sabios consejos. Nunca estar con la cabeza fija en la pantalla o un libro mas de una hora. hacer unos movimientos circulares por la mañana... etc.
Me gusto mucho tu texto. Muy bien descrita la impotencia con palabras. Un saludo

ÁLEX NORTUB dijo...

Bueno, visto así, Alfredo, como un lémur, no me disgusta tanto.

ÁLEX NORTUB dijo...

Es agradable que le entiendan a uno, Concha. Y estoy de acuerdo en que es una chorrada. Hoy mismo he pedido una segunda opinión y me han recomendado, más o menos, lo que cuentas.
Pero lo de dormir cuatro horas es algo a lo que me he abituado, me duela o no el cuello. Y aún me falta tiempo para tantas cosas...

carmen dijo...

Toda la razón a Concha.Lo mejor es no mantener la misma postura mucho rato y hacer todos los días unos sencillos movimientos.Inclinar la cabeza hacia la derecha como si fueras a tocate el hombro con la oreja 3 ó 4 veces,lo mismo a la izquierda.Inclinar la cabeza hacia el pecho tocando con la barbilla y dar la vueta girándola.Primero de derecha a izquierda y luego al contrario,así tres veces de cada lado.Eso dura como 2 minutos,pero hacerlo todos los días.Y lo de un buen fisio,eso ya ,un lujo.
Saludicos y a mejorarse.