CON LA CABEZA BIEN ALTA

Me voy con la cabeza bien alta, con la cabeza por las nubes, descabezado, así es como abandono este hotel, es la única manera que conozco de abandonarse a uno mismo, con la cabeza bien alta, por las nubes, descabezado, cierro este hotel hasta septiembre, volveré entonces con algunos souvenirs, con agasajos por doquier, con ciertas sorpresas, con cabezas reducidas y pinturas exóticas para todos y cada uno de mis huéspedes, pero hasta entonces permaneceré callado, mudo, sin decir esta boca es mía, aunque lo sea, así espero pasar los próximos dos meses, pero en mi ausencia dejo una nueva frasecollage, para el disfrute de todos aquellos frasecollagistas del mundo entero, como por ejemplo el Sr. M, frasecollagista declarado, así lo deja intuir en el punto número 5, el Sr. M sabe lo que es bueno, sí, la vida es un collage infinito, una máscara quebrada del hombre que fui, un rostro hilado con los retazos de aquella existencia vil, nauseabunda incluso, con las iniciales de mi nombre formando una hoguera que haga arder poco a poco el mundo entero, y lo arrase todo, palmo a palmo, como un pálido fuego que asombra a propios y extraños, con su luz diseminada a través del tiempo y del espacio, y el fuego caminando conmigo, a mi lado, como un compañero fiel al que terminaré por asesinar cuando menos se lo espere, cuando duerma, cuando duerma y sueñe que, junto a él, camino yo mientras sonrío.

Frasecollage dedicada a J.S. de Montfort