“A menudo comienzo a escribir algo y, a los poco minutos -o quizá debiera decir a las pocas líneas- me asalta una terrible sensación de repetición, de estar repitiendo algo que escribí hace tiempo. Cuando esto sucede, nunca recuerdo en que momento escribí aquello que creo repetir o a qué texto pertenece. Pero eso es lo de menos. Lo terrible es la desasosegante y vívida sensación de que escribo algo que ya escribí, y la seguridad absoluta de que lo escribo exactamente igual, con cada palabra, cada coma y cada punto en el mismo lugar en el que fueron situados anteriormente. También ahora, mientras escribo que a menudo me asalta una terrible sensación de repetición, siento que no dejo de repetirme, que esto ya lo escribí yo en algún lugar y en algún momento, que no tiene el menor sentido seguir escribiéndolo. Esa sensación de repetición va siempre acompañada de sudores fríos y un constante tembleque de rodillas. Cuando esto sucede, siempre opto por la misma solución: me encamino al puerto, de noche, y me embarco. No voy muy lejos. Suelo desembarcar en Mallorca, y, allí, repito una y otra vez el mismo itinerario durante tres o cuatro días. Me hospedo en el mismo hotel, como y ceno en el mismo restaurante, me tomo alguna que otra copa en la misma terraza. Me repito. Esa es la cura. Mano de santo. Unos días repitiendo mis actos y la terrible sensación de repetirme escribiendo desaparece. El problema reside en que esa terrible sensación de repetirme escribiendo antes me asaltaba una vez al año y, poco a poco, se ha ido acortando. Ahora me sucede una vez a la semana. Estoy harto de embarcarme, de visitar Mallorca, de ese hotel, ese restaurante y esa terraza, del sol y de los alemanes.”
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Fragmento de mi novela inédita “Repetición Crónica”
7 comentarios:
promete
Está bien que prometa. A veces hay que prometer, aunque luego no se cumpla la promesa.
La repetición, nos calma, nos hace autómatas, nos da seguridad, pero esa rutina cansa y aburre, se necesita de vez en cuando sentir que respiramos, romper, visitar algo nuevo, imaginar y depués volver a la repetición conocida y agradable. Nos repetimos y nos repetimos como un disco rayado,pero cuando nos hartamos de las repeticiones avanzamos.
Puri,
me parecen muy acertadas tus palabras. Supongo que, de alguna manera, es lo que refleja ese fragmento.
Un abrazo.
Aquí hay un tema, la tercera vez que repites algo es la primera y única tercera vez luego hay una cuarta una quinta estas acumulan las otras por lo que es siempre nuevas la sensación de repetirse la vez mil es muy distinta a la ocho.
Esto es lo que rompe las parejas, siempre es la misma persona pero cada vez acumulas su imagen por lo que la sensación es cada vez menos soportable, entonces conoces a otra y plas novedad, ella te pide explicaciones y tu lo que has de hacer es cantar una canción que lo explica perfectamente :
http://www.youtube.com/watch?v=7kud-hxLv_U
Buena reflexión la del coment de más arriba.
Cuando nos hartamos de las repeticiones,avanzamos.
Saludicos.
Somos un saco de repeticiones.
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