El otro día, mientras caminaba por el Barrio de Gracia, levanté la cabeza y me encontré con una placa en la que podía leerse Plaza de Gato Pérez. Hasta entonces yo no sabía que existía una plaza dedicada al músico Gato Pérez. Me acordé del misterioso bloguero Francis Black y realicé una foto de la placa con mi teléfono. A continuación, tras echar un vistazo a mi alrededor, fotografié una persiana metálica en la que alguien había pintado un gato y el sombrero y las gafas del músico. Después, cuando me disponía a fotografiar la plaza, un perro salió de la nada. Se me quedó mirando y ladró un par de veces. Intenté entonces alejarme de allí, pero el perro se plantó ante mí y continuó ladrando. Lentamente di media vuelta y decidí alejarme de la plaza por otro lado. Entonces el perro se apresuró a cortarme otra vez el paso situándose ante mí y gruñendo mientras mostraba sus dientes. Empecé a ponerme nervioso. Busqué con la mirada al dueño del perro, pero por allí no se veía a nadie. Le dije “tranquilo, bonito, precioso, que yo soy tu amigo”, pero su gruñido se acentuó. Más tarde, tras cinco minutos de completa inmovilidad, cinco minutos de mostrar sus dientes y gruñir intermitentemente, el perro dio media vuelta, ladró otras dos veces y se fue por donde había venido. Creo que algo importante quería decirme. Nunca sabré lo que era.
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5 comentarios:
En esa plaza estaba el bar petxina.
Artículo escrito por el Gato Pérez
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1987/09/20/113.html
otra cosa :
http://independent.cat/gracia/2010/08/01/la-ruta-felina-de-la-petita-triana/
Yo creo que, más bien, te llamaba al orden, para que no te llevaras toda la esencia del gato en tus fotos.
Muy interesantes los enlaces, Francis; como siempre.
Pues ahora que leo tu comentario, g., es muy posible que fuera eso, el perro no quería que fotografiase el lugar. Algo esconde ese lugar. Volveré por allí.
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