Mi relación con Internet ha sido siempre turbulenta. Hay temporadas felices en las que caigo en sus brazos y disfruto del placer que me brindan sus recónditos y caprichosos intersticios. Pero también existen esas otras temporadas en las que me mantengo distante y observo nuestra relación por encima del hombro, con una desconfianza antigua venida de no sé donde. Esto se ha ido repitiendo desde que nos conocimos. Todo empezó de manera muy pasional, pero con el paso de los años aprendimos a juntarnos y a distanciarnos intermitentemente. Es una relación compleja, digna del folletín más empalagoso que uno pueda imaginar. Sé que Internet me ama, aunque a menudo su amor me asfixia. Yo amo a Internet pero a veces necesito un respiro, abrir una ventana, echar abajo los tabiques de ese amor que hemos ido construyendo e inhalar entonces la brisa de uno de aquellos amaneceres primitivos, casi olvidados, lejos, muy lejos, de cualquier tipo de Spam. O algo así.
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5 comentarios:
Sobre todo, me encanta la foto, con ese "hanging tree". Aunque entonces no había Internet, sino dentistas carniceros y predicadores furibundos. Bueno, de eso sigue habiendo. Y dentistas también.
Saludos.
Sujet Matchless, il est très intéressant pour moi)))) MERCI D'ÉQUIPE hoteljuntoalavia.blogspot.ru
Tú lo has dicho. Pienso que la mayoría mantenemos una relación de amor-odio con el "monstruo". Me identifico con tu forma de enfocarlo.
Saludos
39, de dentistas, carniceros y predicadores furibundos está Internet lleno. Sobre todo de lo último. Y como aburren.
Molina, me alegra que te identifiques con el enfoque. Es quizá un enfoque un tanto desenfocado, pero es lo que me sucede.
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