4. PARAÍSO FISCAL (casi un cuento)
La piscina en la que flota el sillón hinchable de color amarillo pertenece a un hotel de cinco estrellas. Sobre el sillón un hombre da un sin fin de sorbitos a un cóctel de piña. De vez en cuando mueve sus pies bajo el agua, los sacude de arriba a abajo haciendo que el sillón se desplace lentamente mientras oscila como si fuese una mecedora acuática. El hombre no sabe que en el fondo de la piscina hay una moneda de dos euros. Si lo supiera, es posible que bucease hasta allí para hacerse con ella.
El hotel está situado en uno de esos países que se caracterizan por aplicar un régimen tributario especialmente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes que se domicilien a efectos legales en el mismo, con ventajas que consisten en una exención total o en una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos. De pronto, el hombre que está sentado en ese sillón hinchable de color amarillo que flota en la piscina del hotel de cinco estrellas, se atraganta con un diminuto pedazo de piña. Empieza a ponerse nervioso. A toser. A intentar incorporarse. Se lleva las manos al cuello. Lo presiona con fuerza. Abre mucho la boca. Suelta alguna arcada. No deja de toser agitando todo su cuerpo. Suelta el cóctel dejándolo caer al agua, y, tras gesticular violentamente, sacudiendo sus brazos, también él termina por zambullirse. Entonces continúa agitándose mientras desciende hacia el fondo de la piscina. Una vez allí, en el fondo, ve un objeto brillante que por una milésima de segundo le hace olvidar que se está ahogando.
En el mismo instante en que descubre que el objeto que brilla es una moneda de dos euros, recuerda las estrictas leyes de secreto bancario y de protección de datos que le ofrece el país en el que va a morir.
1 comentario:
La verdad es que esta genial, sobre todo por lo de paraiso fiscal, y por la arquitectura que recuerda a los mejores hoteles en parís
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