sábado, 30 de junio de 2012

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1. YA VEO LA LUZ
Estoy a punto de salir del agujero. Me siento como un boy-scout en su primer día de excursión. Después de pasar todo el año en la madriguera, por fin voy a ver la luz. Llevaré gafas de sol, muy oscuras, claro, de esas que se utilizan para ver eclipses solares. No quiero quedarme ciego al primer vistazo. Así que esto se termina, de momento. Este hotel cierra sus puertas un verano más. La temporada alta me la paso por donde yo me sé. Pero el 1 de septiembre estaré de nuevo aquí. Regresaré a mi agujero con nuevas experiencias en el bolsillo. Y caramelos y pastillas de colores para todos.



viernes, 29 de junio de 2012

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Pintura de Edward Hopper

2. PERDER MUSEOS
Hay, entre otros, dos viajes que me apetece mucho hacer este verano. Uno será a Madrid, para ver las pinturas de Edward Hopper en las paredes del Museo Thyssen. El otro será a Bilbao, para ver las pinturas de David Hockney en las paredes del Museo Guggenheim. 
Viajar para ver pinturas y perder museos.

Pintura de David Hockney

jueves, 28 de junio de 2012

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3. COMIENZO DE MALETA
Ayer me compré cuatro libros que nunca he leído. 
Al verlos en las estanterías de la librería en la que pasé media tarde, sentí que no podía pasar este verano sin leerlos. 
Ahora están en el interior de la maleta, cuando todavía no hay nada más dentro.
Mañana tendrán compañía. 





miércoles, 27 de junio de 2012

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4. PARAÍSO FISCAL (casi un cuento)

La piscina en la que flota el sillón hinchable de color amarillo pertenece a un hotel de cinco estrellas. Sobre el sillón un hombre da un sin fin de sorbitos a un cóctel de piña. De vez en cuando mueve sus pies bajo el agua, los sacude de arriba a abajo haciendo que el sillón se desplace lentamente mientras oscila como si fuese una mecedora acuática. El hombre no sabe que en el fondo de la piscina hay una moneda de dos euros. Si lo supiera, es posible que bucease hasta allí para hacerse con ella. 
El hotel está situado en uno de esos países que se caracterizan por aplicar un régimen tributario especialmente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes que se domicilien a efectos legales en el mismo, con ventajas que consisten en una exención total o en una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos. De pronto, el hombre que está sentado en ese sillón hinchable de color amarillo que flota en la piscina del hotel de cinco estrellas, se atraganta con un diminuto pedazo de piña. Empieza a ponerse nervioso. A toser. A intentar incorporarse. Se lleva las manos al cuello. Lo presiona con fuerza. Abre mucho la boca. Suelta alguna arcada. No deja de toser agitando todo su cuerpo. Suelta el cóctel dejándolo caer al agua, y, tras gesticular violentamente, sacudiendo sus brazos, también él termina por zambullirse. Entonces continúa agitándose mientras desciende hacia el fondo de la piscina. Una vez allí, en el fondo, ve un objeto brillante que por una milésima de segundo le hace olvidar que se está ahogando. 
En el mismo instante en que descubre que el objeto que brilla es una moneda de dos euros, recuerda las estrictas leyes de secreto bancario y de protección de datos que le ofrece el país en el que va a morir.




martes, 26 de junio de 2012

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5. SÓLO PIENSO EN HUIR

Ya flota en el ambiente el afrutado aliento de la huida. Jadea en mi cogote su ritmo sincopado. En pocos días subiré a un barco que me llevará lo suficientemente lejos como para olvidarme de todo esto, o eso creo, o eso quiero creer, o eso es lo que me gustaría que sucediese cuando navegue mecido por la amnesia de esa ausencia.

lunes, 25 de junio de 2012

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6. LA PREGUNTA DEL VERANO 

¿Puede uno escribir algo digno de ser escrito en pantalón corto y con el pecho al aire y observando cada letra a través de unos cristales oscuros y tecleando mientras duda continuamente de si lo que está escribiendo es algo digno de ser escrito en pantalón corto y con el pecho al aire y observando cada letra a través de unos cristales oscuros y tecleando mientras duda continuamente de si lo que está escribiendo es algo digno de ser escrito y continuar haciéndose esta misma pregunta hasta que el otoño se asome por el horizonte?






domingo, 24 de junio de 2012

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7. MENOS SAMBA Y MÁS ROCK&ROLL

Para atravesar este verano voy a confeccionar una lista de canciones que sonarán en mi mp3 en cualquier momento del día o de la noche. Habrá de todo, aunque habrá menos samba y más rock and roll. Desde Tom Zé a la Velvet Underground, desde Gilberto Gil a Spacemen 3, desde Jobim a Bowie.Y mi esqueleto tiembla de solo pensarlo.


sábado, 23 de junio de 2012

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8. TERRAZAS AL SOL DE MEDIODÍA

Hay una cosa que adoro en esta vida más que cualquier otra cosa que adore en esta vida: Las terrazas al sol de mediodía. Un vermouth y unas aceitunas, la brisa del asfalto quemando mi piel, el canturreo adolescente de las horas muertas tras las gafas de sol. Mi patria es cualquier terraza al sol de mediodía.


viernes, 22 de junio de 2012

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9. VERANO EN LA PIEL

El verano me tiende su mano. Tararea con su cálida voz una canción que creía olvidada. Su melodía hipnotiza cada rincón de mi cerebro. El verano es una sirena que espera, flotando a orillas de ese abismo. Cierro lo ojos y muerdo su mano, envenenada.






jueves, 21 de junio de 2012

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10. SUMMERTIME

Llega otro verano. Uno más. Y la blogosfera se me hace insoportable, aburrida, ridícula. Tan sólo quiero sentarme en una terraza a ver pasar todas esas minifaldas que desfilan día y noche por la pasarela de la vida.



miércoles, 20 de junio de 2012

CONSAGRANDO EL FINAL DE LA PRIMAVERA


En esta fotografía el compositor Igor Stravinkky parece el entrenador de boxeo de algún púgil prometedor.  Esa toalla al cuello me hace imaginarlo junto al ring, dando consejos a su discípulo. Podemos observar además que Stravinsky lleva dos pares de gafas, un par para ver de cerca y otro par para ver de lejos (Aunque nadie parezca darle mucha importancia, las lentes progresivas han sido uno de los grandes inventos de la humanidad; sin la utilización de lentes progresivas, hace tiempo que la humanidad habría perecido). Siempre que la primavera se termina, me acuerdo de esta foto de Igor Stravinsky y de su Consagración de la primavera, y necesito una vez más volver a escucharla.

lunes, 11 de junio de 2012

MI GRAN MESITA DE NOCHE (17)

Charles Burns: Skin Deep
David Sánchez: No cambies nunca
Javier Calvo: El jardín colgante
Mircea Eliade: El burdel de las gitanas
Pierre Michon: Abades
Mathias Enard: Habladles de batallas, reyes y elefantes
Enrique Vila-Matas: Hijos sin hijos
Alejandro Zambra: No leer
Juan José Becerra: La interpretación de un libro

jueves, 31 de mayo de 2012

DEBERÍA DORMIR MÁS


El sueño del caballero 
(Pintura de Antonio de Pereda, mitad del siglo XVII, óleo sobre lienzo, 152 x 217 cm, Madrid, Academia de San Fernando)


Debería dormir más. Me digo. Pero no puedo. Las pesadillas asaltan mis sueños todas y cada una de las noches del año. Debería dormir más y escribir menos. Tachar las palabras que sobran. Borrar muchas de esas frases que se agolpan en la pantalla sin ton ni son. Suprimir páginas enteras sin preocuparme de que hubiese en ellas ciertos fragmentos de algún resplandor espectral y lejano que algún día pudiese llegar a hacerme feliz. Debería dormir más y navegar menos. Anclar los dedos. Mis dedos. A un objeto que no sea electrónico. Debería hacerlo. Cuanto antes. Mucho antes de que irrumpan en este lugar. Mucho antes de que me atrapen. Pero ya vienen. Ya están aquí. Puedo oler sus pasos. Sus respiraciones agitadas. Sus latidos. Desbordados. Desatados. Produciendo ese estruendo del que nacen las pesadillas y también todas esas opciones: Cambiar de usuario. Cerrar sesión. Bloquear. Reiniciar. Suspender. Hibernar. Apagar.


viernes, 11 de mayo de 2012

LA PALABRA VERDAD

Marcellin Berthelot fotografiado en su laboratorio de Meudon
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"La palabra verdad
 no se puede usar fuera de la ciencia 
sin abusar del lenguaje."
Marcellin Berthelot
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miércoles, 9 de mayo de 2012

UN POEMAZO DE MANUEL VILAS


AMOR

Una mañana Manuel Vilas sacó todo su dinero de los bancos.

Fue a las cajas de ahorro, fue a las compañías de seguros,
vendió su coche, anuló su plan de pensiones,
se lo llevó todo en efectivo, un buen fajo de billetes calientes.

Qué bien, dijo, qué fuerte,
y todos los empleados y los directores querían disuadirle
pero Vilas tenía unas ganas infinitas de pasarlo bien.

Y luego se fue a ver enfermos,
a ver emigrantes, incluso se fue a las cárceles.

Quería ser un santo espectacular, tenía esa marcha,
tenía esa gran ilusión.
Quería ser Cristo, Lenin, San Pablo,
quería ir más allá del orden, de la naturaleza y de la vida.

Recorrió la ciudad de Zaragoza repartiendo dinero.
En Conde de Aranda, dio mil euros a tres árabes,
que le besaron los pies, y las manos, y se arrodillaron.

En el barrio de Delicias, en la calle Barcelona,
dio trescientos euros a una negra africana,
y ella quería comerle el sexo al buen Vilas,
pero Vilas dijo "no, nena, hoy soy un santo,
hoy soy San Vilas,
consérvate para tu marido, él te necesita,
y yo os bendigo; anda, nena, ve en paz".

Y Vilas se echó a reír.

Fuego, qué fuego más grande,
y siguio repartiendo, a una vieja china
de un todo a cien le dio seiscientos euros,
y la vieja le hizo una foto de diez millones de megapixels
y la amplió y la enmarcó y la colgó
en mitad de su tienda con dos velas debajo.
A un vendedor de La Farola, ese periódico
de los pobres, le dio ochocientos euros.
Y el vendedor se echó a llorar y ardía
como una vela en mitad de las catedrales antiguas.

Vilas quería ser un santo, tenía esa marcha.

Toda la mañana y toda la tarde estuvo quemando su dinero.

Miró la atmósfera y se estaban abriendo los palacios celestiales.

Estaba enamorado de sus semejantes.

Nunca vimos a nadie tan enamorado.

Manuel Vilas, Amor. Poesía reunida 1988-2010 (Visor, 2010)


miércoles, 2 de mayo de 2012

PARA CONOCER A LA GENTE HAY QUE IR A SU CASA



Obsérvalo. Observa al hombre que aparece en la fotografía. Míralo bien. Fíjate en su rostro. En su cabello bien peinado. En el preciso nudo de su corbata. En esa mirada de no haber roto un plato. En la indescifrable seriedad que concentra el gesto de sus labios. Míralo bien. Tómate tu tiempo. No dejes que nada se te escape. Ahí donde lo ves, es uno de esos artistas que nunca han dejado de interesarme. Su nombre era Charles Sheeler y se hizo famoso retratando arquitecturas y paisajes industriales. Como muchos otros de sus contemporáneos, en su juventud visitó París atraído por el cubismo. Tiempo después alguien llamó "realismo cubista" a lo que Sheeler hacía. Pero retrató además, de forma casi secreta, una y otra vez, el interior de su querida casa. Le daba igual hacerlo con pinceles y lienzos que con cámara fotográfica. Vivió gran parte de su vida allí, en aquella casa de Doylestown, a 39 kilómetros de Philadelphia. Observo ahora algunas de esas obras y pienso que quizá Sheeler pretendía realizar un inventario de su vivienda, retratar cada rincón de cada habitación. Pueden verse indistintamente escenas de dormitorio, cocina, puertas, ventanas, escaleras… Charles Sheeler llamaba cariñosamente a su casa “Mi claustro”. Observando esas imágenes de su hogar, puede uno saber algo más del pintor de las arquitecturas y los paisajes industriales. Ya lo dijo Goethe, “Para conocer a la gente hay que ir a su casa”.



ALGUNAS DE SUS ESCENAS INDUSTRIALES:










ALGUNAS DE SUS ESCENAS DE ANDAR POR CASA: