sábado, 28 de marzo de 2009

Sin palabras

Quint Buchholz
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A veces me quedo sin palabras. Me sorprendo mirando a mi alrededor en busca de alguna palabra. Me digo que no sé donde las he puesto. Creo, incluso, a veces, que las he perdido para siempre, que no volveré a encontrar ni una sola y cochina palabra. Pero no suelen tardar en aparecer. Debajo de la cama, en el alfeizar de la ventana, junto a la encimera de la cocina, sobre el televisor. Aparecen. Van apareciendo poco a poco y nunca recuerdo haberlas dejado allí donde aparecen. Pero eso me da igual, la memoria es un invento demasiado tortuoso, lo que en verdad considero importante es que, tarde o temprano, las palabras regresan al hogar. Y yo las recibo, siempre, sin excepción, sea cual sea su origen o declinación, con los brazos bien abiertos.

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(He escrito esto tras quedarme un rato sin palabras al haber visto esto otro: ENLACE)

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Quint Buchholz


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo hojear un libro de ese señor y ver esos dibujos. Ese detalle no lo olvidé.

He visto de nuevo su mesilla, señor Nortub, en el blog de Luis Pousa. La verdad es que su mesilla conforma un muy pictórico bodegón. Tiene usted una mesilla muy ecléctica. Muy vivaz. Y muy grande. Más que una mesilla es una mesa-camilla.

Aún hoy me he repuesto de la resaca de su terrible y burbujeante y pantagruélica fiesta.

Pili R. dijo...

Como el hijo pródigo, pues.

Melqui dijo...

Desdecir la palabra y querer alejarla, eso se necesita para actuar como el polo opuesto y atraer más y más palabras...

entrenomadas dijo...

Hoy he subido uno de mis ilustraciones preferidas de Quint Buchholz. A mí me encanta, me relaja mucho y me dejo llevar...

Me alegra verlo en tu blog.


K,

M