Un poema de Leopoldo María Panero:
DEDICATORIA
Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.
4 comentarios:
Tengo la sensación extraña que se esta muriendo todo el mundo.
Así es, Francis, también nosotros nos estamos muriendo. Incluso este blog en el que estamos tiene los días contados, y no deja de ser una tumba abierta.
Morirse en singular es un gran paso.
De momento, el gran paso de los demás, espero.
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