miércoles, 2 de diciembre de 2009

COSAS INCREÍBLES

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Existen días en los que suceden cosas increíbles. Cosas que hacen que uno esté contento. Suelen ser cosas que, si uno lo piensa con detenimiento, no son tan increíbles como pueden parecer. Pero, por otro lado, son cosas que hacen que uno desee pasar media tarde dando saltos de alegría, brincando hasta que el vecino de abajo suba a llamarle a uno la atención, brincando hasta que las piernas no respondan, brincando sin ton ni son, como un canguro borracho en mitad del desierto. Sí, existen esos días, esos días en que uno desborda adrenalina, serotonina y dopamina a partes iguales. Sí, esos días en los que suceden cosas increíbles que, si lo piensas con detenimiento, no son tan increíbles, uno tiene adrenalina, serotonina y dopamina para dar y regalar. Sí, es así, no engaño a nadie. Si pudiese embolsarlas, regalaría por la calle estas deslumbrantes sustancias que segrega nuestro cerebro. Esos días en los que suceden esas cosas increíbles, la adrenalina, serotonina y dopamina se me salen por las orejas. Lo pongo todo perdido con tanta sustancia borboteando por mis oídos. Y lo peor es que luego hay que limpiarlo. Esto es lo único que no me gusta de esos días en los que suceden cosas increíbles que, si uno lo piensa con detenimiento, no son tan increíbles como puedan parecer.

Por lo demás, son días de lo más placenteros.

Cuando terminan, duermo a pierna suelta.

Y nunca sueño contigo.

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4 comentarios:

39escalones dijo...

Increíble, en efecto. De todos modos, todo el día segregando por ahí, no me extraña que prefiera evitar segregar también en sueños y tener que limpiar luego las sábanas...
Saludos.

ÁLEX NORTUB dijo...

Las sábanas ni tocarlas, las sábanas son sagradas, como la sábana santa.

entrenomadas dijo...

Buenooooooooooooooo.
Veo las habitaciones muy ocupadas en este hotel....

puri.menaya dijo...

Las cosas más increíbles son las que luego resultan ser menos increíbles pero el caso es que nos hacen flotar...