viernes, 21 de mayo de 2010

MATISSE PARADISO



Ante una mesa. Agarrar una tijera. Construir el tiempo a base de recortes de papel. Empapelar los minutos con tijeretazos certeros. Dejar que la mano sueñe y los ojos contemplen el sueño. Ponerse un ridículo sombrero. Qué envidia.

2 comentarios:

Pescadora de Perlas dijo...

Cuanta simpleza ¿no?. Por algo se dice que la obra de Matisse tiene un efecto curativo en cuerpo y mente.

Te dejo un beso

carmen dijo...

Si señor.
Qué envidia.
Saludicos.