PRIMER PINAR (Alfredo, guarda forestal, 38 años)
Nunca me han gustado los tupidos pinares que, desperdigados, como si hubiesen sido esparcidos con torpeza desde el cielo, salpican el páramo. Recuerdo todavía con nitidez el día en que me perdí en uno de estos pinares. Ocurrió hace ya muchos años. Mi abuelo solía requerirme para que le acompañase a coger setas, sobre todo rovellones. Aquella mañana había una niebla muy densa, casi viscosa, casi palpable. Nunca he vuelto a ver una niebla tan densa como la de aquella mañana de octubre. Pero ahora, mucho tiempo después, cuando me encuentro de nuevo ante uno de estos tupidos pinares que tanto miedo me daban, luce un sol aplastante y el cielo se muestra de una pulcritud tan azulada que hace daño a la vista.
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(Comienzo de Tras el pinar un grito, libro compuesto por relatos entrelazados en los que distintos personajes escuchan un mismo grito)
4 comentarios:
Buenoooo..... no se lo que va a ser peor,la curiosidad me corroe.¡Que buen comienzo.Encuentro por fin a alguien,esto a parte,que dice "Rovellones"no Revollones que esos no existen.Alex gracias por tu generosidad.Saludos de una huésped,no de paso,ya fija y con número de habitación.
Estoy deseando escuchar ese grito.
Ahora ya quiero leer el resto. Oye, ese grito, ¿no será el grito de Wilhellm? Un fuerte abrazo
Mil gracias por vuestro interés.
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