.
.
.
Extracto de un texto titulado Giorgio Morandi, del libro El tamaño de una bolsa (Taurus, 2004), de John Berger:
.
Fue un solitario que pasó toda su vida rodeado de gente. Fue un hombre que, estando profundamente inserto en la vida cotidiana de sus ciudad y de sus vecinos, buscó, sin embargo, la pureza de su soledad y la desarrolló. Es éste un fenómeno especialmente italiano. Es lo que puede suceder detrás de las persianas, detrás de los postigos. No es la soledad del bosque o de la cueva, sino la del sol reflejándose en un muro perfecto.
Se quedó soltero, y su soltería adoptó también una forma específicamente italiana. Esta forma no tiene nada que ver ni con el celibato ni con una opción sexual determinada. Se trata más bien de una probabilidad establecida por las estadísticas; como si cada ciudad (Bolonia, en este caso) necesitara cierta proporción de solterones y solteronas. Específicamente italiana es la manera de aceptar esta probabilidad, como si fuera la chocolatina envuelta en papel de plata que sirve con un café fuerte y amargo.
.
.
.
2 comentarios:
En tú comentario sobre Morandi dices una cosa en la que,aparte de pensarla a menudo,me ha ocurrido alguna que otra vez y no sé si estarás de acuerdo,seguro que sí.Ser un solitario rodeado de gente .Bonito cuadro,bonita foto.Saludos de esta plomaza.....
De plomaza nada. Gracias por tus comentarios.
Publicar un comentario