viernes, 10 de octubre de 2008

Primer día de hospedaje






Escribo esto desde una habitación de hotel. Uno puede estar en un hotel tanto por ocio como por trabajo (es irrelevante porque estoy yo aquí). En los cuadros de Edward Hopper el ocio es tan desolador como el trabajo. La pintura que encabeza estas líneas, realizada por Hopper en 1952, es un ejemplo de esa desolación. En realidad es un fragmento de la pintura original. Se titula Hotel junto a la vía y muestra a una mujer que lee en un sillón (quizá una novela de Dashiel Hammet o de Raymond Chandler) mientras, un hombre, ensimismado, mantiene un cigarrillo entre sus dedos. Desde la ventana puede verse la vía. Tal vez el hombre esté pensando en tirar su cuerpo allí. O quizá rememora su juventud, cuando viajaba de polizonte, brincando de vagón en vagón, como Lee Marvin en El emperador del norte. O tal vez, el cigarrillo que tiene entre sus dedos sea el último del paquete y pronto, muy pronto, le diga a su mujer que se va a por tabaco, que se va a por tabaco para no volver jamás.

3 comentarios:

Hilvanes y Retales dijo...

Llego a tu blog a través de Pablo Gallo.

"Muchas veces paseaba por Nueva York y mientras caminaba me decía: 'Mira, ahí hay un Hopper'. Él me ayudó a entender Nueva York. Habitación de hotel es una novela. La mujer del cuadro busca algo que, sea lo que sea, no ha encontrado. Ni siquiera ha abierto el equipaje. Está harta. Es joven y no sabe qué hace ahí, ni a qué ha venido. Probablemente no tiene a nadie a quién llamar y, aunque lo tuviera, a esas horas no se puede llamar a nadie. Eso es algo que también conozco bien. La mujer está esperando a que pase la noche, quiere que sea de día para poder irse. Quiere escaparse, y por eso en las manos tiene una guía de horarios de tren [dato que aportó, antes de morir, la mujer de Hopperl. Está decidiendo hacia dónde escapar".

Carmen Martín Gaite.

entrenomadas dijo...

Viví unos años en Chicago y a menudo veía rincones, hoteles, habitaciones, cafeterías con ese toque Hopper tan especial.
Tengo una atracción sana por este pintor. Me parece sublime.

Un saludo

Marta


PD: Estoy tan emocionada por los premios planeta que no comeré hoy, no, no, no,

Eidético dijo...

Nota al conserje:

He llegado a este hotel de la mano de Casagemas, o más bien, en busca de la imagen de su suicidio pintado por Pablo. Como siempre lo hago cuando llego a un blog nuevo (para mí) voy al primer post. Allí está de manera embrionaria el motivo del mismo. Prometo volver. Mis saludos desde Argentina.