Está mañana, mientras desayunaba, he leído a Enrique Vila-Matas en El País. Contaba que hace unos días se inauguró la Sala Bolaño en la Biblioteca Comarcal de Blanes (acto en el que estuve presente). Durante la inauguración sus hijos descubrieron una placa en la que pueden leerse unas palabras del escritor chileno: "Yo sólo espero ser considerado un escritor sudamericano más o menos decente, que vivió en Blanes, y que quiso a este pueblo".
Conocí a Roberto Bolaño un día de otoño. Bueno, decir que conocí a Roberto Bolaño es mucho decir. Me lo presentó un buen amigo que vivía por aquel entonces en Blanes. Suelo acongojarme con una facilidad pasmosa cuando me encuentro con alguien por quien siento una gran admiración. Tan sólo acerté a decirle que me gustaba mucho su obra. Él sonrió y dijo algo que no recuerdo bien, así que prefiero no escribir a medias lo que dijo. Cuando mi amigo me presentó a Roberto Bolaño, el escritor chileno era ya un autor reconocido por crítica y público. Estuve dos minutos ante él. Estreché su mano y le miré a los ojos. Pero decir que conocí a Roberto Bolaño es mucho decir.
4 comentarios:
Hola. Te invitamos a conocer nuestra revista sobre literatura y cine:
http://shangrilatextosaparte.blogspot.com/2008/09/shangri-la-n-6-mayo-agosto-2008.html
Un saludo.
Pero ya es más de lo que podemos decir otros muchos, muchísimos, por ejemplo yo.
Un saludo!!
yo creo que ese casi conocer forma parte de las cosas que no se olvidan nunca, te lo envidio, la verdad. Un abrazo, Patro.
Yo también te envidio. Los libros de Bolaño me han abierto nuevas perspectivas sobre casi todo. Un tipo admirable sobre el que durante un tiempo, ya fuera en literatura, prensa o cine, no dejaba de recibir señales hasta que por fin me acerqué a "La literatura nazi en América". Flipé tanto que después, sin solución de continuidad, vinieron todos los demás. Qué grande.
Saludos.
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