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Cuando viajo a Bilbao, a visitar el Museo Guggenheim o el Museo de Bellas Artes que hay en esta ciudad vasca -por cierto, uno de los mejores museos de Bellas Artes que conozco- suelo ver a mi amigo Iñaki Zelaia. Él fue quien hace unos cuantos años me descubrió al cantante Mikel Laboa. Desde entonces he seguido y admirado a este artista tan maravilloso como extraño, que se ha movido como pez en el agua en terrenos fronterizos. Terrenos situados entre la vanguardia y la tradición. Hoy me he enterado de que, esta pasada madrugada, ha muerto Mikel Laboa a los 74 años en un hospital de San Sebastián.
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El escultor Jorge Oteiza con Mikel Laboa
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Texto de Bernardo Atxaga aparecido en el disco Txoriek de Mikel Laboa:
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Si quisieramos hacer una jaula de palabras y meter en ella a Mikel Laboa, deberíamos pensar en los comienzos del siglo XX y decir: "Hubo una gran crisis, y los pintores, los músicos, los escritores, percibieron con más claridad que nunca la poquedad de su expresión. Los lenguajes y los modos heredados del pasado se les mostraron de pronto falsos, cuando no triviales o tontamente burgueses. Llegó entonces la Primera Guerra Mundial, una de las más crueles de la historia, llegó luego Guernica, llegó Auschwitz, llegó Hiroshima, y los pintores, los músicos, los escritores, iniciaron su lucha contra la Bestia Inmunda de la Muerte creando obras que, forzosamente, hacían frontera con el silencio. Se valieron para ello de la tradición popular, de los modos expresivos que son propios de los niños y de los locos, de las formas artísticas menospreciadas por la alta sociedad. Se trataba de sacar al lenguaje de su marasmo, de no usarlo como mero maquillaje, como retórica. Así obraron Bertolt Brecht, Tristan Tzara o Paul Celan. Así Ungaretti y John Cage, Picasso y Dubuffet, Roy Hart y Joan Brossa.
Como el Ave Fénix, los pintores, los músicos, los escritores, vuelven una y otra vez a la vida, vuelven a volar por encima de las cenizas de la realidad. Es el caso, también, de Mikel Laboa. Así es como se ha movido por el mundo, por todos los mundos. Mikel Laboa: un artista singular, solitario, hermano de la gente que también ahora, a comienzos del siglo XXI, vive en crisis.
He construído una jaula para atrapar a Mikel Laboa. Pero miro dentro, y no lo veo. Probablemente, se me ha escapado volando.
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Mikel Laboa
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2 comentarios:
Sí, uno de los grandes.
A mí me lo descubrió un amigo y desde entonces lo he escuchado siempre.
Una pena.
Marta
Sí, Marta, es una verdadera pena.
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